El exilio es inevitable pero no quiero vivir en las montañas
desiertas. Solicito ser expulsado luego de esta guerra que no tiene sentido. Luego
de ello emprenderé mi camino. Un poco antes de que se consuma la catástrofe,
apenas revienten los relámpagos, me detendré y me daré vuelta para mirarte por última
vez bajo la luz demoledora y moriré, pero te habré guardado para siempre en mis
ojos.
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